Pfizer ha encontrado en una inocente donación de vacunas contra la neumonía, un problema del todo inesperado. Y es que Médicos sin Fronteras ha rechazado la donación dadas las implicaciones de la misma. sin ir más lejos, la organización ha tachado la donación de “insignificante” ante un problema de esta escala y considera que esta iniciativa se utiliza como justificación en su política de precios que impide que otros estados y organizaciones puedan adquirirlas.
Como no podía ser de otra forma, esto no ha caído en saco roto en la farmacéutica estadounidense, que no ha dudado en responder ante tamaño agravio: “Pfizer está comprometida con la accesibilidad de sus vacunas a la máxima gente posible, particularmente a aquellos que necesitan asistencia humanitaria”, ha concretado Sally Beatty, portavoz de Pfizer en Estados Unidos, quien también ha señalado que “esta decisión podría hacer pensar que estas donaciones no tienen valor”.
Como ha explicado por su parte Alain Alsahani, experto en vacunas de Médicos Sin Fronteras, “la organización no está en contra de las donaciones, pero en este caso no es una solución en ningún sentido de la expresión». En resumen Es decir, Médicos sin Fronteras rechaza la donación porque el uso de ese millón de vacunas no tendrá un efecto real en el problema en su conjunto y, además, el coste de aceptarlo es «contribuir a legitimar un sistema que impide el acceso real de millones de personas a la vacuna»