Gema López. La compañía de origen alemán Arvato, que en España está dirigida por Beatriz Calvo, ha sido preseleccionada por el Sistema Español de Verificación de Medicamentos (Sevem) para convertirse en su proveedor tecnológico.
Su entrada definitiva depende aún de las particularidades del contrato, de gran complejidad técnica. Si finalmente ambas partes llegan a un acuerdo, Arvato tendría que poner a punto antes de febrero de 2019 las distintas líneas de producción farmacéutica que existen en nuestro país para cumplir con la Directiva Europea de Medicamentos Falsificados y su Reglamento Delegado.
Según fuentes de la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (Fedifar), incluida en la estructura del Sevem, este trabajo supondría en la práctica «la adaptación de las líneas de producción de fármacos para que los envases incorporen cierres que permitan verificar que no han sido manipulados, así como un nuevo código bidimensional, llamado datamatrix, que contendrá un número de serie único y aleatorio para cada envase».
Los portavoces de Fedifar añaden que estos números de serie serán volcados en un repositorio europeo. «Las farmacias, antes de dispensar el medicamento al paciente, verificarán la autenticidad del envase mediante la correspondiente conexión telemática con el repositorio nacional. Esta verificación de extremo a extremo será completada por los mayoristas en aquellos casos de medicamentos con mayor riesgo de poder ser falsificados», explican.
Un sistema innecesario en España
Además de Fedifar, el Sevem cuenta entre sus ‘socios’ con el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y con las patronales de la industria farmacéutica, Farmaindustria y Aeseg. Según sus portavoces, el sistema actual de fabricación, distribución y dispensación de nuestro país hace prácticamente imposible la entrada de medicamentos falsificados en el canal legal.
Sin embargo, España está obligada a trasponer la normativa europea y las empresas afectadas tendrán que desembolsar el coste que ello suponga: unos 300.000 euros por línea de producción, según las estimaciones del Sevem. A esa cifra se sumará el coste de la puesta en marcha y mantenimiento del sistema nacional y el nodo europeo, que oscilará entre los 10 y los 13 millones de euros.
Desde la European Medicines Verification Organisation (EMVO), encargada de orquestar el Sistema Europeo para la Verificación de Medicamentos, se estima que el 50% de los fármacos vendidos por internet son falsos, así como un tercio de los productos que se venden contra la malaria a nivel mundial. «Esta adaptación permitirá reforzar aún más de cara al paciente las plenas garantías de los medicamentos que se dispensan en las farmacias», apuntan los portavoces de Fedifar.