El grupo hospitalario Vithas, propiedad de la familia Gallardo en un 80% y de La Caixa en un 20%, se ha visto obligado a ampliar su capital en 65 millones de euros para poder hacer frente a la compra de la firma sanitaria Nisa. Esta transacción, cerrada el pasado mes de enero, le ha costado a Vithas cerca de 300 millones de euros, tras un eterno ‘tira y afloja’ con los antiguos accionistas de Nisa que arrancaba en verano de 2016.
Según informa el periódico diario elEconomista, la ampliación de capital se cerró el pasado 29 de julio y fue cubierta en su totalidad por los dos dueños actuales del grupo de forma proporcional a su porcentaje de acciones, de tal manera que ambas corporaciones mantengan su posición en el reparto de capital. De esta manera, los hermanos Gallardo cubrieron 52 millones de euros, a través del vehículo inversor Goodgrower, y La Caixa los 13 millones restantes, a través de Criteria.
Un precio elevado
Después de muchos meses de negociación con los accionistas sindicados de Nisa, Vithas consiguió imponerse a Quirónsalud en la puja por el grupo hospitalario valenciano. Y lo hizo doblando su revalorización, al ofrecer por acción 24,5 euros. El acuerdo incluía mantener la sede social de Hospitales Nisa en Valencia, respetar su marco laboral y seguir trabajando con una mayoría del actual equipo directivo, de los profesionales y proveedores.
De esta manera, Nisa, que estaba valorada en unos 150 millones de euros en los inicios de las negociaciones, alcanzó casi los 300 millones en el cierre de la compra. La oferta de Vithas permitía al 100% de los accionistas sindicados a través de la Plataforma Accionistas X Nisa escoger entre vender su participación, adherirse a un pacto de accionistas con opción de liquidez futura o permanecer en el accionariado como miembro independiente antes del 28 de febrero.