La multinacional dirigida en España por Enrique Flórez, Johnson Controls, ha llegado a un acuerdo con el gigante 3M para venderle su división de aparatos respiratorios y otros productos de seguridad profesional, Scott Safety, por 2.000 millones de dólares (unos 1.800 millones de euros).

Si el regulador no frena la operación antes, la venta se completará en la segunda mitad de este año. Johnson Controls conseguirá así parte de la financiación que necesita para continuar con su plan de fusión con Tyco International.

De esta manera, 3M ampliaría su rama de productos de seguridad para los trabajadores, ya que Scott Safety está especializada en respiradores, cámaras de imagen térmica, equipos de escape, de comunicaciones, etc. para la industria química y profesionales de emergencias, entre otros. Se convertiría así en el principal fabricante y distribuidor de productos de protección personal en EE.UU.

Una fusión de cifras astronómicas

La integración entre Johnson Controls y Tyco International, ambas especializadas en proyectos de ingeniería, energéticos y de edificios inteligentes, y con intereses en el sector sanitario, se anunció hace ya más de un año y culminó en septiembre de 2016.

Según los portavoces de ambas empresas, la operación ha tenido un valor aproximado de 20.000 millones de dólares (unos 18.400 millones de euros) y eleva la cifra de negocio del emporio resultante a 35.000 millones. No obstante, antes de la fusión, las dos acumulaban pérdidas del 20% en la bolsa neoyorkina.

Entre los principales cambios que ha supuesto para la estructura original de la compañía de Milwaukee está el del cambio de domicilio fiscal a Cork (Irlanda) para beneficiarse de un impuesto de sociedades más favorable que el de EE.UU. Una fórmula que podría ahorrar al combo 150 millones de dólares en tasas, pero que, por contra, le sirve para ganarse la enemistad del nuevo Gobierno de Donald Trump, muy crítico con prácticas de este estilo.