El gigante estadounidense Boston Scientific Corporation ha llegado a un acuerdo para adquirir la empresa suiza Symetis, especializada también en tecnología sanitaria. En su cartera cuenta con varios sistemas para implantar en la válvula aórtica, como Acurate y Tavi, que son mínimamente invasivos y que pasarían a manos de Boston Scientific si finalmente se aprueba la transacción.
Symetis está especializada en el desarrollo de sistemas para el tratamiento de paciente de alto riesgo que sufren de estenosis de la válvula aórtica severa y sintomática. De hecho, actualmente tiene en ensayo clínico una nueva válvula de próxima generación que también se incluiría en la cartera de la compañía estadounidense.
Con esta operación, que se suma a la reciente compra de Neovasc, Boston amplía su cartera en el campo cardiovascular y refuerza su posición en el continente europeo.
Creciendo en I+D a golpe de talonario
Aparte del acuerdo con Symetis, está muy reciente el acuerdo con la canadiense Neovasc, en el que Boston invirtió unos 70 millones de euros a cambio de algunos de sus activos biológicos y sus desarrollos con tejidos, incluyendo los avances de su bioprótesis para válvula mitral llamada Tiara.
Boston adquirió el pasado diciembre 11,8 millones de acciones de Neovasc a un precio de 0,5 euros por título ordinario, un 13% de la participación de la compañía canadiense. Esta operación no ha estado exenta de polémica, ya que se ha visto mezclada con los distintos litigios que Neovasc mantiene desde hace meses con CardiAQ por diferentes intereses relacionados con patentes. Unos procesos que están frenando los propósitos de Boston Scientific.