Las farmacéuticas asentadas en España se preparan para afrontar una gran inversión en los próximos tres años. Dicha inversión responde a la normativa europea que obliga a las farmacéuticas asentadas en nuestro país a terminar la puesta a punto del nuevo sistema de verificación.
Las estimaciones llevadas a cabo por el sector sitúan un coste medio de 300.000 euros para cada línea de producción y de esta forma incorporar los requerimientos técnicos del nuevo sistema de verificación sanitario. Estas inversiones son el primer paso para lograr el completo funcionamiento del sistema de verificación exigido por la Directiva Europea de Medicamentos Falsificados y su Reglamento Delegado que busca evitar la entrada de productos falsificados.
Por otra parte, cada laboratorio deberá asumir la cuota correspondiente para desarrollar y mantener el SeVeM (Sistema Español de Verificación de Medicamentos) que deberá estar a pleno rendimiento a partir de febrero de 2019. De tal manera que el lanzamiento del sistema precisa de entre 10 y 13 millones de euros adicionales de inversión y un soporte anual de entre 5,5 y 8 millones de euros a partir de ese año. Además, en base a lo establecido por la normativa europea, dicha adaptación servirá para que los envases incorporen cierres que permitan verificar que no han sido manipulados, así como un código único y aleatorio en cada que certificará la autenticidad del medicamento.
Se espera que la Administración regule ciertos aspectos que la normativa europea deja en manos del estado soberano, así como cierto apoyo que permita aliviar la carga económica que conlleva, tanto la introducción de las exigencias técnicas, así como el mantenimiento del sistema de verificación unitaria de medicamentos. los costes de estos dos pilares podrían ser demasiado costosos para los laboratorios ubicados en suelo nacional, por lo que estaría justificado el apoyo de las administraciones con el fin de aliviar la mencionada carga económica.