Gema López. Al grupo hospitalario Quirónsalud le están lloviendo críticas de sus empleados de Cataluña y País Vasco desde hace semanas. Éstos se quejan de que la compañía lleva más de cuatro años sin ampliar sus presupuestos para material y para personal, lo que repercute de manera negativa en la atención al paciente. Por otra parte, las distintas protestas coinciden en que no se está cumpliendo el convenio de la sanidad privada en cuanto a sueldos. Todo ello ha desembocado en concentraciones y, en el caso del País Vasco, en dos jornadas de huelga.
Los paros de 24 horas han arrancado hoy, 6 de marzo, afectan al Hospital Quirón de Erandio (Vizcaya) y podrían repetirse el martes 14 de marzo si no se llega a un acuerdo en la mesa negociadora que se celebrará el próximo viernes, 10 de marzo. En ellos participan los 250 trabajadores del centro, exceptuando al personal médico, que pertenece a subcontratas externas. Han sido convocados por el comité de empresa, en el que están incluidos el Sindicato de Enfermería (Satse), Comisiones Obreras (CCOO) y el sindicato nacionalista Eusko Langileen Alkartasuna-Solidaridad de los Trabajadores Vascos (ELA).
Inmaculada Aresti, secretaria provincial de Satse Vizcaya, explica que las negociaciones están estancadas y que la empresa se escuda en que el hospital da pérdidas. Según datos de los sindicatos, el 25% del presupuesto se emplea en el alquiler de los locales, y el 33% a los sueldos de los trabajadores, algunos con nóminas de 800 euros brutos al mes. Por su parte, el grupo empresarial asegura que mantiene un «diálogo abierto» con la intención de acercar posturas.
Aresti advierte de que, en el caso del centro de Erandio, los empleados llevan cinco meses intentando negociar, sin éxito, un convenio propio que sirva para igualar sus condiciones a los de otros hospitales que la compañía tiene en el País Vasco. En él deben incluirse un «reconocimiento del solape de horarios, la readecuación de las tablas salariales, la homogeneidad en el complemento de puesto para la categoría enfermera, la antigüedad, la reducción de la jornada y el aumento laboral».
El caso catalán
En Cataluña el conflicto afecta a varios centros de la región, que han venido celebrando diversos paros y protestas a lo largo de las últimas semanas por motivos muy similares a los del Hospital de Erandio. Aunque ahora el proceso se encuentra en un momento de impase, según indica Eva Cedenilla, responsable del área de Privadas de Satse Cataluña.
«Hemos desconvocado la huelga indefinida que tenía como fecha de arranque el viernes 3 de marzo porque, en teoría, nos vamos a sentar a negociar, aunque todavía estamos pendientes de la empresa. La verdad es que no les vemos muy dispuestos a alcanzar un acuerdo», asegura Cedenilla.
Fuentes de Quirónsalud comentan que a lo largo de los últimos días han tenido lugar diversas reuniones dentro de los cauces normales de la negociación con los sindicatos, que han servido para que la actividad en los centros vuelva a la normalidad y para que ya no exista conflicto.
Sin embargo, la portavoz de Satse no lo cree así, y explica que después de los intermitentes procesos de compra protagonizados por Quirónsalud, los distintos centros sanitarios implicados sienten que han perdido identidad. «Además estamos desbordados y no podemos dar a los pacientes la atención que merecen. Desde hace cuatro o cinco años no se incrementa el presupuesto para material, que cada vez es de peor calidad, ni para personal, lo que repercute en una mayor carga de trabajo».
A esto se añade la falta de cumplimiento del convenio de la sanidad privada, que marca subidas de sueldo que «más de la mitad del personal no ha visto todavía». Cedenilla apunta que en los próximos días se reunirán portavoces de los distintos centros y se tomarán decisiones en la medida en la que vean la disposición de negociación por parte de la compañía.