La farmacéutica Reig Jofré, liderada por Ignasi Biosca, acaba de inaugurar sus instalaciones de Sant Joan Despí (Barcelona), que han estado parcialmente inactivas durante varios meses para acometer diversas obras de ampliación. Éstas han costado a la compañía 4 millones de euros, una inversión que ya se vio reflejada en los resultados del ejercicio 2016, en el que registró una caída del 12% de su beneficio neto consolidado.
Las nuevas instalaciones, de 1.200 metros cuadrados, albergan un laboratorio analítico de desarrollo y control de calidad, y permitirá a la corporación mejorar en eficiencia y acometer proyectos biotecnológicos de mayor envergadura. Desde Reig Jofré también explican que la nueva ampliación servirá para reducir costes, principalmente en una sustancial reducción de tiempos. «Con algunas pruebas antes conseguíamos resultados en ocho días, como mínimo. Ahora los tendremos en minutos», aseguran fuentes de la sociedad.
Según apuntó Biosca en la presentación de resultados de la compañía, el pasado año, la compañía generó 72 puestos de trabajo, en parte para aumentar su stock y evitar un desabastecimiento durante el tiempo que se han extendido las obras y, en consecuencia, la semi paralización de la planta barcelonesa. Se desconoce si esos puestos se mantendrán una vez que ésta vuelva a su ritmo habitual, aunque desde la corporación aseguran que no hay planes de hacer una restructuración.