El caso Vitaldent parece haber llegado a su fin, después de que el Juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, que llevaba el caso, haya autorizado la venta del Grupo Vitaldent a la empresa JB Capital Markets, por un montante de 18,5 millones de euros.
La cuantía de la operación se ha dividido en 15,5 millones por el negocio afincado en España, mientras que los 3 millones que completan la compra del grupo son del negocio ubicado en Italia. De esta manera, Javier Botín se convierte en el accionista de referencia del grupo de clínicas dentales.
En un auto dado a conocer este viernes, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 admite la solicitud de la empresa compradora para hacerse con el negocio, medida a la que se han mostrado favorables la práctica unanimidad de los afectados, así como las instituciones de defensa del interés público, esto es, el Ministerio Fiscal y la Abogacía del Estado.
Según el magistrado, en este caso debe primar el principio de conservación del negocio frente a propuestas como la del concurso, pues la «viabilidad del negocio garantiza los puestos de trabajo», así como que ello no tiene coste para las arcas públicas «gracias a la propuesta de inversión privada, al préstamo que desparece con la venta, a la condonación y quita que de otra forma no se daría». Esa conclusión fue ratificada también por los peritos de la Unidad de Apoyo de la Intervención General de la Administración del Estado y contó también con el apoyo del Ministerio Fiscal.
No obstante, conviene precisar que a estas cantidades se suman, además, las deudas de la sociedad con sus acreedores -destacan, sobre todo, Intermediate Capital Group (ICG) y Dental Finance-, así como con Hacienda y la Seguridad Social -excluyendo sanciones que pudieran recaer sobre sus antiguos dueños-, deudas financieras y los 35,99 millones de deuda contraída por las sociedades Open Dent y USMississippi, entre otros pasivos.